El concejal de Nafarroa Bai en el Ayuntamiento de Pamplona, Aritz Romeo, ha respondido a la alcaldesa, Yolanda Barcina, que “todas las personas debemos tener los mismos derechos, por lo que criticamos la petición de Barcina al Ministerio del Interior de actuar contra los inmigrantes mal llamado ilegales”.

Romeo ha recordado que “ninguna persona tiene que tener el carácter o apelativo de ilegal porque todas las personas debemos ser iguales y los poderes públicos deben estar obligados a hacer efectivo ese derecho de igualdad. Todas las personas por definición somos iguales, y debemos tener los mismos derechos y los mismos deberes, independientemente de dónde hayamos nacido, de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. En este sentido, el concejal de Nafarroa Bai ha advertido que “la mejor acción que se puede hacer contra la llamada inmigración ilegal es la regularización de las personas que se encuentra en esa situación”.

Aritz Romeo ha señalado que “todas las personas deberíamos tener libertad de movimiento porque es nuestro derecho”. Sobre el debate abierto entorno al empadronamiento de inmigrantes, para Romeo, “es preocupante que este debate se produzca en un momento de crisis económica. Cuando la bonanza económica estaba a la orden del día, quienes ahora alimentan este debate ni se lo planteaban, a la vista de la necesidad de mano de obra barata para poder sacar adelante, por ejemplo, el sector de la construcción. Y ahora, precisamente esos mismos son quienes plantean dejar a cientos de miles de personas en todo el estado en la estacada de no poder disponer siquiera de los servicios mínimos que te garantiza el empadronamiento“.

Por todo ello, el concejal de Nafarroa Bai ha advertido que lo que deben hacer las instituciones y en este caso el Ayuntamiento de Pamplona es avencidar a las personas inmigrantes, independientemente de su situación jurídica porque quienes viven y trabajan en esta Ciudad, así como quienes residen en Pamplona y sufren una situación de desempleo, independientemente del color de su piel o de su procedencia, son tan pamploneses como el que más. Y como tales deben ser tratados por el Ayuntamiento, que, además de empadronarlos y reconocerlos como ciudadanas y ciudadanos de Pamplona, debería ayudarles para procurar su integración plena desde el punto de vista social, laboral, económico etc, desarrollando políticas participativas activas de integración, y acogiéndolos en igualdad de condiciones y derechos, porque esas personas forman parte de la realidad social actual y de la historia viva de Pamplona.