La propuesta sobre la expulsión de personas inmigrantes en Francia condena sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tengan lugar,  más aún si éstas son realizadas por un Gobierno”.

Asimismo, “se reafirma en su reconocimiento al pueblo gitano con los mismos derechos y obligaciones que el resto de las personas y renueva su compromiso de cooperación para impulsar la normalización de la comunidad gitana en todos los ámbitos,  dando una imagen más real y positiva sin caer en estereotipos que dificultan la integración real”.

Del mismo modo, la iniciativa de Nafarroa Bai propone que “el Parlamento de Navarra considera que las actuaciones del Gobierno de Francia son contrarias a las resoluciones de las Naciones Unidas y que no contribuyen a la erradicación de la discriminación y xenofobia juzgando a un colectivo sólo por su etnia y no a personas concretas por los actos que realizan” y solicita al Gobierno de España que, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores traslade esta declaración de repulsa a las instituciones competentes en Francia y haga gestiones para que finalicen las expulsiones de asentamientos gitanos, teniendo en cuenta que por encima de su etnia son ciudadanos europeos y sobre todo y antes que eso son personas que están viendo violados sus derechos.