El día 15 de diciembre del año que viene se cumplirán 25 años desde la aprobación de la restrictiva Ley del Euskara, imponiendo una zonificación discriminatoria para las navarras y los navarros.
La Ley debe servir de elemento integrador y acogedor de las diferentes realidades lingüísticas que existen en Navarra. El euskara y el castellano son lenguas propias de Navarra y para ambas pedimos idéntica consideración, empezando por otorgarles el mismo estatus legal en el Amejoramiento.
Por eso exigimos que se reconozca el derecho que corresponde a todo ciudadano y ciudadana de Navarra, independientemente del lugar en que residan, a establecer sus relaciones en euskara, que es la lengua de todos los navarros y navarras, a través de sus relaciones con la Administración, el aprendizaje y la educación, los medios de comunicación, el disfrute del ocio, el acceso a la cultura, toponimia, etc. Es decir, derecho y libertad para vivir en euskara en Navarra. Los grupos políticos representados en el Parlamento esgrimen que la Ley del Euskara imposibilita ofertar, por ejemplo, el modelo D en la zona no vascófona. Sin embargo, si leemos el Capítulo II de la Enseñanza, en su Capítulo IV de la Enseñanza en la zona no vascófona artículo 26, se puede leer lo siguiente "La enseñanza del euskara será apoyada y, en su caso, financiada total o parcialmente por los poderes públicos con criterios de promoción y fomento del mismo, de acuerdo con la demanda". ¿Hay algo aquí que lo prohíba?
Sí, lo prohíbe la sinrazón y la actitud beligerante del Gobierno de UPN, quien con la ayuda del PSN, que lo sigue manteniendo en el poder y además lo apoya presupuestariamente, aprovecha la manida crisis económica para desvalijar las ya de por sí exiguas partidas presupuestarias. Ayer mismo lo comprobamos nuevamente en la discusión de las enmiendas a los presupuestos en Educación y Euskarabidea. Desvalijadas, digo, porque sobre todo son las partidas más sociales y de fomento al euskara las que han desaparecido o se han visto reducidas sustancialmente (y no sólo este año). En el capítulo del desarrollo de la enseñanza del euskara, las becas de transporte y comedor para desplazamiento a centros de modelo D, por no existir oferta del mismo en la localidad de referencia, han desaparecido; las actividades escolares en euskara (bertsolarismo, campamentos, actividades literarias, etc) han sido reducidas sustancialmente. En tres años, esta partida ha disminuido de 645.503 euros a 219.886, el 66%. La misma mala suerte han corrido las partidas destinadas a Euskarabidea. No han aprobado ni una sola.
En el Día del Euskara no voy a hacer mención a la declaración de la UNESCO referente a las lenguas con peligro de extinción (entre las que se encuentra el euskara, nuestra lengua); ni tampoco al refrendo de la Carta Europea de las Lenguas Regionales y lo que supone; ni la votación favorable de especial protección de las lenguas regionales o minoritarias del Estado Español realizada hace unos meses en el Parlamento Europeo. Pero sí quiero hablar del informe de los derechos lingüísticos de las navarras y navarros realizado por el Defensor del Pueblo de Navarra. "El euskara constituye de por sí un valioso elemento cultural y patrimonial de Navarra y de todos los navarros, cuya protección, recuperación, planificación y gestión de los poderes públicos deberían quedar centrados en el debate cultural y educativo. La protección pública del euskara requiere de los suficientes recursos humanos, materiales y presupuestarios para que se cumplan los objetivos esenciales que menciona el artículo 1.2 de la Ley del Euskara". Pero en el Día del Euskara también quiero extender mi felicitación y agradecimiento a todas las personas que han y siguen manteniendo la fortaleza en defensa de lo nuestro. Gurea baita euskara, eta Gabriel Arestik bezala zin egiten dizuet: "Nire aita eta amaren etxea defendatuko dut..."